Una de las cuestiones más planteadas por los franquiciados que se encuentran en situación de crisis en la explotación de su negocio franquiciado consiste en solicitar resolver el contrato de franquicia.

Son muchas las circunstancias que se pueden plantear a este respecto, bien puede darse por finalizado de mutuo acuerdo con el franquiciador, situación que bien negociada se consigue en numerosas ocasiones o bien como decisión unilateral del franquiciado.

Para poder resolver el contrato de franquicia como decisión del franquiciado al amparo de nuestra legislación esta resolución debe basarse en graves incumplimientos por parte del franquiciador y debe existir la capacidad de probarlos.

Los motivos más frecuentes versan sobre la marca, el saber hacer, la asistencia, la formación y el suministro.

En cualquier caso si el franquiciado ha decidido resolver el contrato siempre es recomendable acudir a un abogado experto en franquicias para obtener asesoramiento.

El mercado actual propone el autoempleo como una de las alternativas más importantes para la creación de puestos de trabajo y una de las opciones más interesantes para la generación de riqueza.

Con la creación de empresas hombres, mujeres, jóvenes, sénior... y en definitiva cualquiera, puede incorporarse al mercado laboral activo con autonomía, independencia, mayores ingresos y retos continuos.

Sin embargo no debemos olvidar que el riesgo es inherente a cualquier proyecto empresarial, hasta el punto que podríamos afirmar que “empresa” es “riesgo”. Por ello se han elaborado una serie de conocimientos y mecanismos para minimizar ese factor de riesgo, estudios de marketing, publicidad, valor de marca, protocolos de captación y atención al cliente, estudios de la competencia, estandarización de procedimientos basada en la experiencia...

Estadísticamente en España y con cifras muy similares en EEUU el 80% de los negocios abiertos en franquicia sobreviven el primer año, frente al 20% que logra superar el primer año de los abiertos de modo independiente.

Es decir que, estadísticamente, las probabilidades de éxito se multiplican por cuatro cuando se pertenece a una franquicia.

Convertirse en empresario es una importante decisión que debe meditarse adecuadamente. Lo primero que debemos tener presente es que cualquier empresa conlleva riesgo, mucho menor cuando se emprende en franquicia que cuando optamos por un negocio independiente pero el riesgo siempre es inherente a la actividad empresarial.

El primer paso para valorar nuestra incorporación en una red de franquicia debe ser estudiarnos a nosotros mismos con objetividad.

Test de Autoevaluación

1. ¿Le gustaría gestionar su propio negocio?

2. ¿Posee iniciativa y capacidad de trabajo?

3. ¿Es usted ambicioso?

4. ¿Es usted sociable?

5. ¿Es organizado y ordenado?

6. ¿Es una persona constante?

7. ¿Le gustaría intentar una nueva actividad?

8. ¿Le gusta trabajar en equipo?

9. ¿Acepta usted ser dirigido y someterse a los integrantes del grupo?

10. ¿Ha ahorrado suficiente dinero como para emprender un nuevo negocio?

11. ¿Está al día de las novedades que se producen en el mundo comercial?

12. ¿Conoce el sistema de franquicia?

13. ¿Está dispuesto a pagar unos derechos de entrada?

14. ¿Está dispuesto a pagar royalties de funcionamiento?

Cada si será un punto positivo, de cero a 7 puntos no debería emprender, de 8 a 10 debe variar algunos conceptos y actitudes para incorporarse, de 11 a 14 es un buen candidato.

Una vez convencidos de ser aptos para emprender un negocio en franquicia debemos acometer en siguiente paso, que negocio montar, dónde, qué enseña elegir.

Llegados a este punto hay muchos criterios que se pueden seguir para ir definiendo nuestra elección final.

La consultora de franquicias Grupoius nos desvela que en este momento, si no hay otros condicionamientos, buscan un elemento que de ventaja al franquiciador sobre el mercado general. Es decir analiza las condiciones económicas, formativas y sociales del emprendedor para orientarle sobre el sector al que acudir, aspectos como la necesidad de cierto negocio en una zona conocida por el franquiciado, el aprovechamiento de ciertas relaciones sociales o incluso cierta formación o experiencia en un sector pueden dar ventajas al emprendedor que deben aprovecharse.

Así pues una vez definidas estos aspectos, la elección de la enseña sería el último paso. Para ello se debe estudiar detalladamente la oferta de la enseña, compararla con otras del sector, hablar con actuales franquiciados y consultar a un experto independiente para valorar los aspectos legales y económicos del negocio.

Por último y antes de formalizar el contrato de franquicia hay algo que los expertos en franquicia conocen, y es que los contratos y las condiciones siempre son negociables en algún aspecto, así pues debe ser este momento previo a la firma del contrato cuando se intente entrar en las mejores condiciones posibles en la red, pues una vez firmado el contrato ya será muy difícil de variar.

La incorporación de un franquiciado a una enseña entabla una relación jurídica de naturaleza heterogénea y compleja. Se establecen numerosas relaciones obligatorias sobre aspectos como la imagen, la marca, la selección o contratación de personal, pagos sobre los ingresos y un largo etcétera que termina por regular toda la actividad del negocio.

Para poder conocer las obligaciones y derechos del franquiciador nuestro primer paso debe ser acudir al contrato de franquicia de su lectura y de los manuales operativos deberíamos obtener toda la información necesaria sobre los derechos y obligaciones de la relación franquiciada.

En todos los casos, al menos, debería regularse el derecho al uso de marca, la exclusividad de explotación, el acceso a la formación, el aprovechamiento del saber hacer, la posibilidad del aprovisionamiento, las ventajas competitivas sobre el mercado. Como obligaciones principales el franquiciado se compromete a cumplir las indicaciones del franquiciador indicadas en el contrato, los manuales y la formación, así como a pagar los cánones y royalties a los que se ha comprometido.

Son varios los motivos que pueden llevar a un empresario a pensar en convertirse en franquiciador, si alguna vez ha pensado en ello, bien porque crea en su negocio o bien porque sus empleados o clientes se lo hayan propuesto, a continuación le indicamos algunas claves que le resultarán de interés.

Antes de iniciar debe valorar si su negocio cumple con los requisitos para franquiciarse:

1.- Que cuente con un concepto empresarial de éxito, completo y probado

2.- Contar con un Saber Hacer propio, sustancial y transmisible que suponga una ventaja en el mercado al franquiciado.

Si considera que cumple con estos requisitos el siguiente paso es realizar el package de franquicia

Este package contendrá los dosieres y manuales de presentación de la enseña, los operativos y de gestión, aquellos de carácter económico financiero de la unidad franquiciada y los documentos jurídicos.

Para la realización de este package de manualización de la enseña es habitual y recomendable acudir a consultores de franquicia externos a la empresa para que analicen con objetividad los datos y confeccionen la documentación necesaria.

Las Franquicias están por definición abocadas al crecimiento y la expansión. La Franquicia es sistema ideado para la expansión de una empresa con una inversión mínima en inmovilizado frente a los activos conseguidos.

Para acometer con éxito un plan de expansión es necesario determinar con detalle, los objetivos, los recursos, los medios y las metas y plazos para su consecución.

El empresario de Franquicia deberá contar con un sólido “Saber Hacer” para el desarrollo de cada unidad de negocio, es decir, todo aquello que necesita y debe hacer un establecimiento para contar con éxito en su empresa. Sin embargo el propio Plan de Expansión de la Franquicia contempla otros aspectos como la captación de franquiciados que son un público objetivo distinto de los clientes que consumen productos o servicios de cada establecimiento, aunque son sin duda grandes candidatos a franquiciados. También el Plan de Expansión de Franquicias deberá contar con otros aspectos como los mecanismos de cierre de la venta de franquicias, el plan de marketing y negocio de la expansión de la red, la rentabilidad de esto...

Es decir que la expansión de la propia Franquicia y el éxito de cada establecimiento son dos aspectos independientes que requieren de planes, profesionales y recursos distintos pero que se retroalimentan por lo que deben atenderse de modo separado pero coordinado.

Muchas Franquicias recurren a expertos independientes para externalizar o subcontratar aspectos de la expansión de la red.

Una empresa que carezca de una sólida estructura, bien organizada y con unos objetivos reales y determinados, entrará en una situación de caos irremediablemente.

La Franquicia como forma empresarial que estructura su propio negocio (el de la central de la Franquicia) y el de otros empresarios asociados (los franquiciados) requiere de su alta dirección un mecanismo perfectamente definido y ajustado a la realidad de cada mercado.

Para poder dirigir y gestionar correctamente una Franquicia, todos los integrantes deberán tener claros los objetivos, los recursos de la empresa, las tareas a cumplir por cada uno y los procedimientos a los que ajustar sus tareas.

En una Franquicia se evidencia, más aún si cabe, la necesidad de contar con un equipo para ayudar a plasmar objetivos y el mejor modo de desarrollarlo. Este equipo puede formarse por personal interno y otro subcontratado. En opción permitirá tener profesionales externos con amplia experiencia y una visión más global e imparcial trabajando junto con otros perfectos conocedores de la propia empresa.

¿Podría franquiciar mi negocio? Esta pregunta suele ser el comienzo de muchos proyectos de franquicia. En algunas ocasiones esta pregunta nace del espíritu emprendedor del empresario y en muchas otras ante el impulso que algunos clientes imprimen al empresario para que emprenda un negocio bajo la fórmula de franquicia con la intención de convertirse ellos en un franquiciado.

Para poder valorar si un negocio es franquiciable se deben estudiar al menos estos aspectos:

1.- Contar con un sistema empresarial completo, de éxito, experimentado y dentro de un nicho de mercado con posibilidades de crecimiento.

2.- Que exista la posibilidad de estandarizar los procedimientos que han llevado al éxito al negocio y que esa estandarización sea transmisible.

3.- Disponer de la estructura de empresa necesaria para dar soporte al franquiciado, bien con recursos propios o bien mediante acuerdos de outsourcing que la central celebrará para atender adecuadamente a su red.

4.- El negocio a franquiciar deberá contar con proveedores o recursos propios para suministrar de productos y/o servicios a toda la red en mejores condiciones que el mercado.

5.- Tener la posibilidad de ceder exclusividades en la explotación de la actividad.

6.- Disponer de un contrato, soporte formativo y un plan económico financiero suficiente para estructurar, asistir, informar y formar al franquiciado. Este soporte denominado “pack de franquicia” suele desarrollarse por Abogados y Consultores Expertos en Franquicia e independientes a la empresa.