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La tendencia del consumo fuera de los hogares, se ha visto incrementado en los últimos años como consecuencia del desarrollo urbanístico y la consecuente distancia de la vivienda a los centros de trabajo, así como del crecimiento en las alternativas de ocio, y los cambios producidos en el estilo de vida. No obstante la frecuencia del gasto, ha sufrido un considerable descenso como consecuencia de la crisis económica actual y la modificación de los hábitos de consumo.

Conforme al último estudio publicado por la Federación Española de Hostelería, la hostelería española registró en 2009 358.046 establecimientos que emplearon a 1.421.200 personas y facturaron 122.836 millones de euros El 95% del total corresponde a restauración, siendo los bares los más numerosos con 240.005 establecimientos registrados El segundo grupo en importancia por su volumen, con 76.962 locales, son los restaurantes, que facturaron 24.799 millones de euros, un 4,5% menos que el año anterior. Esta misma caída fue la que sufrió el subsector de cafeterías que representa el 13% de la facturación con 15.543 millones de euros, y contabilizó el año pasado 16.383 locales.

El precio se ha convertido en un aspecto prioritario para el consumidor con motivo de la crisis, por ello, el segmento del fast food se ha visto beneficiado en los últimos tiempos. Por otro lado las dificultades de obtener financiación imponen los formatos reducidos, los nuevos conceptos innovadores, y la adaptación continua de una oferta de calidad a precios ajustados.

En esta línea de optimizar espacios, el grupo Comess, con enseñas como LIZARRAN, CANTINA MARIACHI O PASTA CITY, presenta la oferta de varias enseñas en un único local.

La necesidad de liquidez inmediata por parte del consumidor, y la subida del valor del oro, son dos condicionantes que han favorecido la implantación y rápida proliferación de establecimientos de intermediación a pequeña escala, para cubrir una necesidad creciente en el mercado: la obtención rápida de efectivo, a través de la venta de oro, o el empeño de joyas.

El boom de los comercios de la compra-venta de oro, de momento no presenta síntomas de agotamiento, aunque el número de operaciones por establecimiento, en el último año se ha visto minorada, como consecuencia de la fuerte competencia entre establecimientos.

La viabilidad futura de los establecimientos de compra-venta de oro y empeño, dependerá en gran medida de la evolución económica, de su capacidad de reinventarse y adaptarse a esta evolución, de su capacidad de generación de confianza en el consumidor, y de la capacidad de generar un gran volumen de operaciones, a través de campañas de comunicación y publicidad adecuadas a cada momento.

Enseñas como OROCASH, y COMPRO ORO BARONA, tienen una fuerte implantación en el mercado de la franquicia, y enseñas incipientes como OROMASTER, ofrece servicios de valor añadido y presencia de marca.

El sector de la peluquería ha experimentado un fuerte crecimiento y evolución en los últimos años como consecuencia del cambio en los hábitos de consumo, y la implantación de cadenas de peluquería que ofrecen una imagen uniforme frente a las peluquerías tradicionales o de “proximidad”.

La evolución favorable de la demanda de servicios de cuidado personal, ha favorecido el incremento de número de establecimientos, generándose una alta competencia en el sector.

La competencia y rivalidad entre cadenas, así como una coyuntura económica desfavorable, son las principales amenazas. Sin embargo frente a ello, la diversificación de servicios en torno a la imagen personal, la profesionalización del sector, la fidelización de la clientela y la gestión eficaz de las unidades de negocio, lo posicionan como una oportunidad estable dentro de un mercado en auge.

Cadenas en franquicia como MARCO ALDANY, AZUL DE RIZOS, o CEBADO, experimentaron una fuerte expansión convirtiéndose en referentes del sector. Otras cadenas especializadas como FASHIONKIDS, centradas en el público infantil, han apostado por una fuerte diferenciación e imagen de marca.

El sector de la heladería en España ha experimentado una tendencia creciente, impulsado por el cambio en los hábitos de consumo.

El helado ha dejado de ser considerado un producto de lujo, se ha reducido su carácter estacional, y se ha potenciado la concienciación general de las condiciones saludables del helado, incorporando nuevos colectivos de consumidores.

Los factores competitivos claves para la implantación de un negocio de heladería son la calidad y coste de la materia prima, la imagen de marca asociada a la calidad, la amplitud de líneas y gamas de productos, y la ubicación del establecimiento.

La capacidad adquisitiva de los consumidores, así como una mayor preocupación por la salud, marcarán las tendencias del consumo. Los productos que mejor combinen salud y placer serán los que tengan un mayor potencial de crecimiento.

En franquicia, unas de las primeras cadenas en implantarse fueron las estadounidenses HÄAGEN-DAZS y BEN & JERRY´S, que además de su amplia gama de helados, ofrecen productos de pastelería y cafetería para complementar su oferta. Otras cadenas centradas en el helado de lujo como FARGGI y CARTE D´OR les siguieron con una fuerte implantación nacional e internacional.

En la actualidad se imponen con fuerza las cadenas de yogures helados artesanales como SMÖOY, Ö!MYGOOD, LLAOLLAO, respondiendo a una demanda de producto saludable y de calidad.

En joyería las tendencias evolucionan constantemente, pero tal y como expone la diseñadora Ainoa Sáez, "la joya se va asociando cada vez más con el concepto de  la moda y ello exige con frecuencia un diseño más cercano a la bisutería, lo que no obsta para que otro tipo de joyas adquieran un carácter más permanente".

En definitiva hay una tendencia generalizada hacia el diseño más divertido e innovador, e incluso aquel que conjuga diferentes materiales.

Siguiendo esta línea, las joyerías tradicionales han tenido que reinventar sus propios conceptos de negocio para seguir los pasos de la moda y no quedarse obsoletas. Los productos de marca, están irrumpiendo con fuerza frente a los joyeros tradicionales, principales distribuidores de joyas.

El mercado de la joyería y bisutería en franquicia, como fórmula de expansión, no ha hecho más que crecer en los últimos años. Los principales responsables de las enseñas que operan en el sector, destacan que las claves para que una negocio de este tipo funcione se basan en la fidelización de la clientela, una inversión asequible, la diversidad en la oferta de productos y algo que cobra mucha importancia en este sector, la ubicación del local e imagen de marca.

Dentro de las redes de franquicia que operan en el sector de la joyería, podemos destacar entre las que más apuestan por el Oro dentro de su oferta, la franquicia ORO VIVO.

Otras cadenas que centran su concepto de negocio en la comercialización de productos en plata, han optado por la franquicia como gran oportunidad de expansión. Destacamos entre ellas, SILVER POINT, BLUE SPIRIT, o EMPLATA.

Recientemente e irrumpiendo con fuerza en el sector de la franquicia, ha entrado la marca SWAROVSKI, con diversas líneas de negocio centradas en sus cristales tallados.

Una de las cuestiones más planteadas por los franquiciados que se encuentran en situación de crisis en la explotación de su negocio franquiciado consiste en solicitar resolver el contrato de franquicia.

Son muchas las circunstancias que se pueden plantear a este respecto, bien puede darse por finalizado de mutuo acuerdo con el franquiciador, situación que bien negociada se consigue en numerosas ocasiones o bien como decisión unilateral del franquiciado.

Para poder resolver el contrato de franquicia como decisión del franquiciado al amparo de nuestra legislación esta resolución debe basarse en graves incumplimientos por parte del franquiciador y debe existir la capacidad de probarlos.

Los motivos más frecuentes versan sobre la marca, el saber hacer, la asistencia, la formación y el suministro.

En cualquier caso si el franquiciado ha decidido resolver el contrato siempre es recomendable acudir a un abogado experto en franquicias para obtener asesoramiento.

El mercado actual propone el autoempleo como una de las alternativas más importantes para la creación de puestos de trabajo y una de las opciones más interesantes para la generación de riqueza.

Con la creación de empresas hombres, mujeres, jóvenes, sénior... y en definitiva cualquiera, puede incorporarse al mercado laboral activo con autonomía, independencia, mayores ingresos y retos continuos.

Sin embargo no debemos olvidar que el riesgo es inherente a cualquier proyecto empresarial, hasta el punto que podríamos afirmar que “empresa” es “riesgo”. Por ello se han elaborado una serie de conocimientos y mecanismos para minimizar ese factor de riesgo, estudios de marketing, publicidad, valor de marca, protocolos de captación y atención al cliente, estudios de la competencia, estandarización de procedimientos basada en la experiencia...

Estadísticamente en España y con cifras muy similares en EEUU el 80% de los negocios abiertos en franquicia sobreviven el primer año, frente al 20% que logra superar el primer año de los abiertos de modo independiente.

Es decir que, estadísticamente, las probabilidades de éxito se multiplican por cuatro cuando se pertenece a una franquicia.

Convertirse en empresario es una importante decisión que debe meditarse adecuadamente. Lo primero que debemos tener presente es que cualquier empresa conlleva riesgo, mucho menor cuando se emprende en franquicia que cuando optamos por un negocio independiente pero el riesgo siempre es inherente a la actividad empresarial.

El primer paso para valorar nuestra incorporación en una red de franquicia debe ser estudiarnos a nosotros mismos con objetividad.

Test de Autoevaluación

1. ¿Le gustaría gestionar su propio negocio?

2. ¿Posee iniciativa y capacidad de trabajo?

3. ¿Es usted ambicioso?

4. ¿Es usted sociable?

5. ¿Es organizado y ordenado?

6. ¿Es una persona constante?

7. ¿Le gustaría intentar una nueva actividad?

8. ¿Le gusta trabajar en equipo?

9. ¿Acepta usted ser dirigido y someterse a los integrantes del grupo?

10. ¿Ha ahorrado suficiente dinero como para emprender un nuevo negocio?

11. ¿Está al día de las novedades que se producen en el mundo comercial?

12. ¿Conoce el sistema de franquicia?

13. ¿Está dispuesto a pagar unos derechos de entrada?

14. ¿Está dispuesto a pagar royalties de funcionamiento?

Cada si será un punto positivo, de cero a 7 puntos no debería emprender, de 8 a 10 debe variar algunos conceptos y actitudes para incorporarse, de 11 a 14 es un buen candidato.

Una vez convencidos de ser aptos para emprender un negocio en franquicia debemos acometer en siguiente paso, que negocio montar, dónde, qué enseña elegir.

Llegados a este punto hay muchos criterios que se pueden seguir para ir definiendo nuestra elección final.

La consultora de franquicias Grupoius nos desvela que en este momento, si no hay otros condicionamientos, buscan un elemento que de ventaja al franquiciador sobre el mercado general. Es decir analiza las condiciones económicas, formativas y sociales del emprendedor para orientarle sobre el sector al que acudir, aspectos como la necesidad de cierto negocio en una zona conocida por el franquiciado, el aprovechamiento de ciertas relaciones sociales o incluso cierta formación o experiencia en un sector pueden dar ventajas al emprendedor que deben aprovecharse.

Así pues una vez definidas estos aspectos, la elección de la enseña sería el último paso. Para ello se debe estudiar detalladamente la oferta de la enseña, compararla con otras del sector, hablar con actuales franquiciados y consultar a un experto independiente para valorar los aspectos legales y económicos del negocio.

Por último y antes de formalizar el contrato de franquicia hay algo que los expertos en franquicia conocen, y es que los contratos y las condiciones siempre son negociables en algún aspecto, así pues debe ser este momento previo a la firma del contrato cuando se intente entrar en las mejores condiciones posibles en la red, pues una vez firmado el contrato ya será muy difícil de variar.